Desde que somos niños, estamos siendo constantemente bombardeados con información que, sin darnos cuenta, acabará influyendo de alguna forma en nuestro futuro. A medida que vamos creciendo, toda la información que recibimos es clave para ayudarnos a formar nuestra propia visión del futuro. Y es que algo tan inocente como las series animadas que consumimos durante la infancia, cobran un papel muy importante a la hora de crear nuestra propia imagen sobre el futuro, pues podemos observar que este hecho ya se ha dado en generaciones anteriores. Películas como Metrópolis, de 1927, influenciaron a la hora de construir la imagen de Nueva York tal y como la conocemos hoy en día. La ventaja de nuestra generación está en lo cerca que nos encontramos en todo momento de las nuevas tecnologías, pues de esta forma tenemos una mayor accesibilidad a una gran variedad de información diferente entre la que comparar.
Actualmente, películas como Black Panther o dibujos animados como Hora de Aventuras son las que influyen e inspiran a las generaciones presentes sobre cómo se imaginan el futuro, mostrando estas, realidades totalmente distintas. Por un lado un futuro liderado por la innovación y el avance, y por el otro, una arquitectura mucho más sostenible e integrada con el entorno, pues se trata justamente de eso, de incidir y alterarlo lo menos posible.
Partiendo de la base e ideas mencionadas, podemos suponer una aproximación sobre cómo será el futuro. La arquitectura del futuro estará mayormente sustentada a partir de tres pilares fundamentales: la sustentabilidad, la tecnología y la calidad de vida. La idea de futuro siempre nos ha sido presentada como algo completamente regido en base a la tecnología y su liderazgo, pero llegamos a la conclusión de que esta perspectiva se ha visto distorsionada por diversos factores, siendo el cambio climático uno de los más presentes hoy en día. La idea fundamental es la creación de espacios integrados dentro de la naturaleza, logrando así crear una arquitectura respetuosa con el entorno, pues sería considerada no tanto una alteración de esta sino una ampliación. Por supuesto, dentro de esta idea la tecnología tiene un papel fundamental, pues estos nuevos recursos tecnológicos nos proporcionan un amplio abanico de posibilidades con respecto a las nuevas formas de construcción. Y en relación con este último punto, llegaríamos al fin último de la arquitectura, relacionado con la calidad de vida. Si fuéramos capaces de plasmar estas ideas de manera apropiada en la realidad, esto facilitaría en gran medida la relación de la sociedad entre sí y con el entorno, y de esta forma podríamos llegar a lograr un ambiente óptimo para la convivencia.
Teniendo en cuenta todo esto, la arquitectura del futuro tendrá un enfoque de autoabastecimiento. Escuchando a las nuevas generaciones, la arquitectura respetara el medio ambiente, haciendo uso de energías renovables, usando materiales de construcción menos corrosivos y pasando de que la naturaleza se adapte a nuestras construcciones, a adaptar las construcciones a la naturaleza.